¿Podría una inteligencia artificial (IA) llegar a gobernar un país? Un artículo publicado por WWWhat’s New explora esta posibilidad y lo hace con un enfoque divulgativo, con los beneficios, peligros y escenarios futuros de una eventual presidencia algorítmica. Entre las ventajas más destacadas, se encuentra la capacidad de una IA para tomar decisiones basadas en grandes volúmenes de datos, sin emociones ni intereses personales. Una presidenta digital no olvidaría promesas, no tendría redes clientelares, trabajaría 24/7 y permitiría un control exhaustivo de cada decisión gracias a la trazabilidad algorítmica.
WWWhat’s New se adentra en la posibilidad del uso del lenguaje claro: «Con interfaces conversacionales, una IA podría explicar decisiones en lenguaje claro, responder preguntas y reducir la brecha entre gobierno y población. Imagina una app gubernamental que responda con datos y argumentos a tus dudas sobre una nueva ley».

