La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha dado un paso decisivo para acercar el ámbito jurídico a la ciudadanía al publicar la parte 2 de su estándar sobre lenguaje claro, denominada Plain language — Part 2: Legal communication. Este nuevo documento complementa a la primera parte de la norma, que establecía principios generales, y aporta directrices concretas para la redacción de comunicaciones legales.
El objetivo principal es que los autores puedan elaborar documentos que el público comprenda con facilidad y que, al mismo tiempo, permitan a los lectores ejercer sus derechos y asumir sus obligaciones legales. Entre los aspectos más destacados que contempla la norma figuran la capacidad de llegar a audiencias diversas, la adaptación a los requisitos legales en la estructura y diseño de los textos, la exposición clara de conceptos complejos y la explicación comprensible de los procedimientos que deben seguir los ciudadanos. La nueva norma se dirige a una amplia gama de ámbitos: desde el sector jurídico y gubernamental hasta organizaciones no gubernamentales y entornos sanitarios. Aunque ofrece ejemplos en inglés, los principios que recoge están concebidos para aplicarse a la mayoría de los idiomas, teniendo en cuenta las diferencias entre sistemas jurídicos. Asimismo, aunque se centra en la comunicación escrita, también puede aplicarse a escenarios orales como explicaciones a clientes o declaraciones en procesos judiciales.

